Airdrop: Diseño contra sequías

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Las sequías constituyen un problema que afecta cada vez a más zonas del planeta. El cambio climático comienza a hacerse sentir, y en algunas regiones se manifiesta en forma de una disminución más o menos importante en los regímenes de lluvias. La agricultura es lo que permite a 7 mil millones de humanos vivir en este planeta, y depende fundamentalmente del aporte de agua, por lo que inventos como el Airdrop siempre son bienvenidos.

Es posible que la agricultura sea uno de los inventos más importantes de los últimos 10 mil años. Hasta ese momento, la población humana crecía muy lentamente, pero una vez que aprendimos a cultivar nuestra propia comida y el forraje para los animales que consumíamos la situación cambió radicalmente. Sin la agricultura el planeta Tierra sería incapaz de mantener a los siete millones de seres humanos que habitan en el. Sin embargo, para que esta técnica función se necesita de una cantidad de agua que, si bien varía de uno a otro cultivo, puede ser muy importante. Esto hace que vastas zonas del planeta sean imposibles de cultivar, y que otras que fueron fértiles hayan dejado de serlo culpa de las sequías.

Edward, el creador de este genial invento reprodujo el truco que emplea el escarabajo de Namibia, un insecto que habita en uno de los desiertos más secos del planeta, gracias a su habilidad para recoger el agua presente en el aire. El caparazón de este escarabajo tiene una textura que permite condensar la poca humedad presente en el aire durante las horas previas a la salida del Sol. En los sitios en los que vive solo se producen lluvias en raras ocasiones, siendo la media anual de unos 10 o 15 mm. A pesar de ello, el escarabajo se las arregla para vivir cómodamente. Airdrop imita este caparazón pero a una escala mucho mayor. En lugar de recoger unas pocas microgotas por noche, emplea un dispositivo autoalimentado que integra bombas de agua conectadas a una red de tuberías subterráneas en las que la temperatura desciende lo suficiente como para que el agua se condense. Un sistema de distribución hace llegar el agua producida a las raices de las plantas que rodean al  aparato.

Los cálculos y experimentos de Linacre revelan que se pueden recoger, como mínimo, unos 11,5 milímetros de agua a partir de cada metro cúbico de aire. Esa cantidad de agua basta para que una región árida se convierta en un campo de cultivo aceptable. Por supuesto, también hará falta que el sitio elegido para la plantación posea temperaturas adecuadas para el tipo de vegetal que queremos hacer crecer en él, pero por lo pronto la provisión de agua dejaría de ser un problema. Como ventaja adicional, la forma en que funciona el Airdrop lo convierte en un artefacto con un coste inicial muy bajo y que prácticamente no necesita mantenimiento. El Premio James Dyson está organizado y dirigido por fundación benéfica James Dyson, y galardona diseños de productos de consumo, diseños industriales y trabajos de ingeniería. Edward ha embolsado diez mil libras por su trabajo, y gracias al prestigio, publicidad y reconocimiento conseguidos en este certamen seguramente conseguirá convertir el Airdrop en un producto comercial.