Review del Nokia N900

0
15555

El dispositivo ha sido uno de los terminales protagonistas de esta segunda mitad de año y tras el salto te descubrimos el porqué. Si quieres conocer un poco más de cerca los rincones de este teléfono con Maemo 5, ya sabes, acomódate en la silla, abre bien los ojos y no te pierdas detalle. Comenzamos.

Exterior

El terminal de Nokia cuenta con un grosor considerable (18 mm), alejado de las idílicas delgadas líneas que tan de moda están últimamente en el mundo de la telefonía móvil. Gran culpa de ello lo tiene su teclado QWERTY deslizable –al que le dedicaremos una atención especial un poco más adelante- y la espalda de este, que vienen a ocupar más de la mitad del grueso del teléfono.

El peso también es aquí un factor a señalar. Obviamente si no presume precisamente de delgadez, no podemos esperar que sea ligero como una pluma. Aún así, sus 181 gramos no se hacen especialmente incómodos, algo que creemos que tiene su explicación en el hecho de que la mayor parte del tiempo el terminal se maneja con dos manos (en sentido horizontal), repartiendo así mucho mejor sus proporciones. Respecto a los materiales utilizados, el N900 cuenta con dos secciones claramente diferenciadas: una superior, la de la pantalla, con una carcasa en negro brillante que la bordea; y una inferior, la del teclado y el resto de maquinaria del aparato, de acabado negro mate y suave al tacto. El conjunto se siente muy compacto y robusto al sostenerlo, algo que también se experimenta al deslizar ambas secciones descritas, con un trayecto corto y bastante resistente, acabado en un clic sonoro.

A diferencia del HD2, este Nokia está bastante repleto de conectores y botones en sus laterales. En la parte superior se encuentra uno de los altavoces estéreo, el puerto microUSB y una hendidura para colocarle una correa. En la inferior se sitúa el segundo altavoz, una tecla deslizable de bloqueo, el conector de 3,5 mm, un micrófono y el hueco del lápiz, bastante cómodo para su agarre este último a pesar de ser fino, y con una longitud prácticamente similar a la del terminal.

Finalmente el lateral derecho reserva su espacio para el emplazamiento del botón de disparo de la cámara, el de encendido y el de control de volumen.

Interior

El Nokia N900 cuenta en su interior con un procesador ARM Cortex-A8 a 600 MHz, 256 MB de RAM y 768 MB de memoria virtual. Es una CPU similar a la del iPhone 3GS o la del Motorola Droid, para que te hagas una mejor idea. Acompaña a esta buena base, una memoria interna realmente generosa de 32 GB de capacidad, pocas veces vista en los terminales móviles. Además, y por si con ello no te es suficiente, siempre puedes acoplarle tarjetas microSD (hasta 16 GB).

No vamos a descubrirte nada nuevo si hablamos acerca del buen rendimiento del N900: su capacidad de respuesta es fantástica al igual que su fluidez al manejarnos por los escritorios y menús, constituyendo sin duda uno de los mayores atractivos del terminal. Recuerda que este teléfono es además multitarea, de manera que puedes dejar abiertas en un segundo plano numerosas aplicaciones sin tan siquiera inmutarse –los primeros signos de fatiga no se aprecian hasta tener al menos 14 ventanas abiertas al mismo tiempo según nuestras pruebas-.

Disfruta además de aceleración de gráficos en 3D compatibles con OpenGL ES 2.0, acelerómetro y conectividad Bluetooth 2.1 (con soporte para perfiles HFP, HSP, A2DP, AVRCP, FTP, OPP).

Pantalla

El N900 cuenta con una pantalla no multitáctil de 3,5 pulgadas de tamaño y una resolución de 800 x 480 píxeles, pero sin duda es su condición como panel táctil de tipo resistivo lo que más pasiones despierta entre los usuarios. Y es que, claro está, la experiencia es muy diferente cuando se usa una pantalla de este tipo o una de tipo capacitiva (como la del iPhone o el recientemente analizado HD2).

La respuesta al tacto del N900 es bastante buena dentro de sus posibilidades pero obviamente el uso del lápiz que trae se hace en muchas ocasiones indispensable. El deslizamiento entre escritorios, el zoom o la selección de grandes áreas no suponen un problema para el usuario pero, si queremos pulsar sobre zonas más pequeñas, la sola ayuda de nuestros dedos no será suficiente. Esto se convierte en un auténtico estorbo en determinados momentos, obligándote a sacar el stylus en según qué ocasiones. Personalmente no soy amante de las pantallas resistivas –por ejemplo es mi mayor problema con el conocido 5800- ni de los lápices –pienso que restan agilidad al uso del terminal- pero, dentro de este contexto, puedo asegurar que la respuesta de pantalla es óptima y adecuada.

Teclado

El teclado es uno de los grandes protagonistas de este terminal con Maemo. Dentro de que es inevitable quejarnos de su reducido tamaño -como en todos los teléfonos que incorporan este tipo de extensiones-, las teclas son de tacto suave y agradable, ligeramente curvadas y algo más anchas que en otros modelos, intentando así facilitar la escritura. Echamos de menos la introducción de un cursor como el que presenta el Motorola Dext en el lado izquierdo, pero es un mal menor.

Al contrario de lo que algunos piensan, el N900 también disfruta de teclado virtual, sólo que este viene desactivado por defecto. Una vez seleccionado en las opciones de Ajustes, un teclado QWERTY estará disponible en un gran número de aplicaciones (aunque no en todas) para facilitarte la tarea. Para que aparezca sólo tendrás que pulsar dos veces sobre la pantalla (y tener cerrado el teclado físico, ojo) para que aparezca. La verdad es que la respuesta de éste es sorprendentemente buena; no es que esperáramos un mal rendimiento pero dado la naturaleza de la pantalla (resistiva), creíamos que encontraríamos más resistencia -valga la redundancia- en la activación de las teclas.

Cámara de fotos

El teléfono de Nokia cuenta con una cámara de fotos con objetivo Carl Zeiss y una resolución de 5 megapíxeles. Ofrece flash y dispone de autofocus. Para encenderla se pueden utilizar elegir tres caminos: seleccionar el icono Cámara en el menú de aplicaciones, pulsar sobre el botón de cámara del lateral o, más cómodo aún, deslizar directamente la tapa trasera, dejando al descubierto la lente -tercer gesto éste que funciona incluso si el terminal está bloqueado-. Para disparar sólo hay que hacer uso de citado botón de disparo.

La calidad de imagen es realmente buena en este Nokia N900 y su flash (no es Xenon sino LED) lo suficientemente potente para desenvolverse en situaciones de poca luz, sin con ello quemar las imágenes cuando hace fotos más de cerca -algo que, recuerda, sí ocurría con el HD2-. En comparación, la grabación de vídeo, que permite captar imágenes con resoluciones de hasta 800 x 480 píxeles, es más discreta, con una imagen notablemente más deficiente en ambientes de iluminación tenue y más ruidosa. A continuación os dejamos con una galería de imágenes de ejemplo para que puedas tener una idea de qué tal se desenvuelve.

Maemo 5

Como bien sabes, el Nokia N900 disfruta de Maemo 5 como SO. Sin lugar a dudas la experiencia es muy diferente a los que solemos estar acostumbrados (parece que de Android, iPhone OS y WinMo no salimos). A pesar de la poca familiaridad que muchos puedan tener con Maemo, su experiencia es realmente positiva y bastarán pocas horas para acostumbrarse a su estilo y cambiar el chip. Si tuviéramos que comparar, podríamos decir que Android es el que más se le parece en estos momentos, tanto en interfaz como en las posibilidades que ofrece.

Una vez arrancado el terminal, lo primero que nos encontramos es la posibilidad de navegar por cuatro escritorios personalizables con sólo deslizar el dedo –puedes si quieres incluso reducir el número de ellos hasta quedarte con un único panel-. En ellos podrás incluir los accesos directos o widgets que te apetezcan para acceder más rápidamente a lo que desees. Estos escritorios se muestran (al igual que todas las pantallas que ofrece este terminal excepto en su función como teléfono) únicamente en horizontal, no pudiendo manejarlas con el terminal en vertical –una señal más de que estamos antes algo más que “un teléfono con posibilidades multimedia”-. La cantidad de widgets aun no es muy generosa pero al menos ofrece actualización automática de los contactos de Facebook, acceso directo a las citas pendientes del Calendario, Twitter o un reproductor básico de audio, entre otros.

Respecto a las aplicaciones en sí, ya sabes que todavía hay mucho por hacer y desarrollar, pero sin duda lo visto hasta el momento promete bastante. Una forma de incluir nuevos programas a tu teléfono es accediendo al Administrador de Aplicaciones. Este se encuentra dividido en diferentes tipo dde categorías con una (aún discreta) colección de títulos para instalar. Desde “Escritorio”, pasando por “Internet y red” hasta “Juegos”, encontrarás una lista de instaladores para ir personalizando a tu gusto el terminal. Desde este “Administrador” podrás igualmente desinstalar aquellos programas que desees así como buscar actualizaciones para los que usas con tu Nokia. La Ovi Store for Maemo 5 sigue por el momento sin estar disponible.

Principales funciones

La sencillez de la que hace gala en su manejo principal se ve también reflejada en aspectos como el correo electrónico. La configuración es fácil y dispones de un asistente para configurar automáticamente tu cuenta con numerosos servicios (Gmail, Mail for Exchange, Nokia Messaging, .Mac, etc.). El interfaz es muy básico y todas las opciones (mover mensajes, detalles de carpeta, mensaje nuevo, ordenar…) permanecen ocultas hasta que pulsamos la, ya nombrada en varios ocasiones, tecla de encendido. La composición de mensajes también es muy sencilla aunque como aspecto curioso cabe destacar que te permite personalizar el tipo de letra o el tamaño de la misma.

La agenda de contactos es sencilla de gestionar y pero no por ello se echa algo en falta. La importación puede realizarse a través de la sincronización con otro terminal, a través de la tarjeta SIM, importando los conocidos desde una cuenta nueva (Skype, Gtalk…) o desde un archivo -en este caso, utilizamos una vCard-. A cada ficha de contacto, que, por cierto, puede buscarse entre la larga lista con sólo teclear las primeras letras en el teclado, se le puede asignar una imagen e incluir numerosos campos de información, donde no se olvidan de ofrecer espacio para los perfiles de Jabber, Ovi by Nokia, Skype o Gtalk, además de poder incluir las direcciones de domicilio/lugar de trabajo mediante Ovi Maps. También se puede crear un acceso directo en el escritorio.

Respecto al Calendario, este puede visualizarse por semana, mes o por eventos programads. Igualmente, su utilización no supone ningún problema y el usuario podrá manejar sin problema sus citas, pudiéndolas organizar en diferentes tipos de “categorías” (personal, trabajo….) diferenciadas por colores (los que tú quieras); recuerda bastante a Google Calendar. Dispone además de una especie de gestor “inteligente” que te introduce automáticamente los cumpleaños de tus contactos (siempre que introduzcas dicha información en su ficha, claro). También el Calendario te servirá para guardar notas que desees tomar, aunque para ello ya existe una aplicación propia “Notas”, y tareas a realizar.

El visor de imágenes permite ver las fotos a pantalla completa, pasarlas como si de una presentación se tratara y recortarlas. Igualmente es posible añadirle etiquetas -vienen varias por defecto configuradas-, geoetiquetas e incluso compartirlas con otros, enviándolas a diferentes servicios online (Flickr, Evernote o Facebook, entre otros), posibilidad esta última que funciona a las mil maravillas y con sólo tres clics de pantalla.

La reproducción de música y vídeos tampoco tiene mucha mayor ciencia. La organización de pistas en el primer caso guarda el orden lógico de presentación que solemos ver en los terminales (género, artistas, álbumes) con la imagen del álbum si corresponde, la información de la canción y los controles de reproducción cuando seleccionamos un archivo concreto. Respecto a la visualización de vídeos, el N900 vuelve a demostrar una vez más que tiene aguante para lo que le echen, con una reproducción fluida y pudiendo parar, ir hacia delante o hacia atrás, cuantas veces quieras sin inmutarse y con 8 aplicaciones tranquilamente abiertas en el escritorio.

Finalizamos este paseo, cómo no, fijando nuestra vista en el navegador. El Nokia N900 cuenta con un explorador basado en las entrañas de Mozilla y con soporte Adobe Flash 9.4. La visualización de las webs (a 800 x 480 píxeles) es bastante similar a cómo las disfrutaríamos desde casa, lo que añade un atractivo extra muy interesante para los que usen esta función con regularidad. La carga de páginas es bastante rápida y cuenta obviamente con carpeta de Favoritos (con posibilidad de importar los que ya tengas en tu PC), aunque hemos encontrado que en ocasiones al manejarnos por las opciones (ir a escribir una dirección web o consultar otras opciones) el teléfono se ralentiza un poco.

Para hacer zoom puede utilizarse la barra de control de volumen o los gestos de nuestros dedos o lápiz (doble pulsación sobre la pantalla o dibujando una espiral) aunque inevitablemente aquí echamos muy en falta que el teléfono no ofrezca tecnología multitáctil. En cuanto a qué tal se desenvuelve en la reproducción de vídeos con Youtube, hemos obtenido un resultado satisfactorio, aunque no podemos decir lo mismo de Vimeo o o Viddler, cuyas imágenes son reproducidas a saltos.

Conclusión

Te guste más o menos, lo que está claro es que el Nokia N900 no pasa indiferente para nadie. El terminal ofrece todo un mundo de posibilidades multimedia envuelto hábilmente por un entorno atractivo, y sobre todo, fácil de usar. Nokia bien ha dejado claro en muchas ocasiones que este modelo es un Internet Tablet y razones para afirmarlo no le faltan: aquí de lo último que te acuerdas es que también se pueden hacer llamadas. Es por ello que, obviamente, este dispositivo ha nacido para un tipo de público que necesita algo más que un teléfono al uso y vienen escapando de SOs como WinMo, iPhone o Android (aunque el parecido con este último es más evidente).

Aún le queda mucho por recorrer a esta terminal pero el comienzo de Nokia con Maemo 5 no es nada malo, ofreciendo un cacharromuy potente, de aspecto informal y cuyo principal obstáculo para llegar a todos los públicos deseosos de un terminal así, puede ser su pantalla resistiva, un plato no a gusto de todos -me incluyo-. Incluir un panel de esta naturaleza no hace más que restarle agilidad y comodidad a su uso, toda una paradoja teniendo en cuenta la sencillez de la que puede presumir su SO. Via Engadget